Soy ingeniero de telecomunicaciones y siempre he estado muy interesado en el mundo de la tecnología. Me dedicaba al mundo del SW y dirigía proyectos SW en una multinacional.
En 2011 comenzó la historia de Solid GEAR. Fue un cambió de contexto total respecto a mi vida anterior y surgió por varias razones, entre ellas que los fundadores queríamos dar un toque personal a los proyectos que realizábamos y poder enfocarlos de una manera diferente.
Queríamos una orientación a cliente mucho más directa junto con una alta implicación del equipo en los productos de los clientes. Por eso decidimos que la metodología de trabajo debía tener un peso importante en nuestro modelo de negocio y elegimos SCRUM, ya que nos permitía una interacción constante con el cliente y poder mantenerle totalmente involucrado con el desarrollo.
Para ello teníamos que contar con un equipo de profesionales excelente con muchas ganas de aprender y sobre todo con muchas ganas de mejorar. Ellos debían comprender las necesidades del cliente, aconsejarle y guiarle dentro de las posibilidades existentes.
Después de muchos años, creo que hemos logrado con creces ese objetivo. En Solid GEAR desarrollamos proyectos tecnológicos e ideas de otros. Somos una empresa tecnológica y por poner un ejemplo durante 2018 hemos trabajado en más de 25 proyectos, lo que nos permite ver cada año un gran espectro de proyectos e ideas diferentes.
Esta oportunidad es increíble para poder aprender muchas cosas, pero sobre todo saber cómo guiar un producto al mercado y tener grandes posibilidades de que sea un éxito.
En 2011 nadie nos dijo cómo poner en marcha una idea o un proyecto, y sin embargo hoy estamos aquí con un bagaje muy amplio, muy interesante, con muchas lecciones aprendidas y con un gran número de profesionales a nuestro alrededor.
Me gustaría que en 2011 y antes de embarcarnos en esta aventura alguien me hubiera hecho al menos las siguientes preguntas:
- ¿Qué vas a hacer exactamente?
- ¿Cómo va a ser tu producto?
- ¿Qué valor añadido respecto a lo que ya existe ofrecerás a tus clientes?
- ¿Quiénes van a ser tus clientes?
- ¿Cómo vas a vender tu producto? ¿De qué forma?
- ¿Cuál es tu modelo de negocio?
- ¿Cómo obtendrás beneficios y cuándo?
- ¿Quiénes son tus competidores?
- ¿Qué y a quién necesitas para ejecutar tu proyecto?
- ¿Cómo vas a llegar al mercado y cuándo?
Responder todas estas preguntas y alguna más no es algo sencillo, sino que precisa de tiempo para valorar tu idea, ver y entender su viabilidad y definir cuál podría ser la mejor manera para alcanzar tus objetivos. Para buscar respuestas a estas preguntas un buen comienzo es utilizar la herramienta Business Canvas ya que pone todas estas ideas en un lienzo y las interrelaciona.
Durante estos años y tras formarme en dirección de empresas, he crecido en el papel de CFO dentro deSolid GEAR y esto me ha dado una visión mucho más práctica y numérica y me ayuda a dar alguna recomendación.
La principal de ellas es que empieces a hacer números de lo que supondrá aplicar cada una de tus respuestas al Business Canvas. Para ello, y como previo a próximas entregas del blog, puedes comenzar estimando cuánto costaría desarrollar tu producto. Si se trata de un producto tecnológico puedes utilizar la nueva herramienta que hemos creado en Solid GEAR, un estimador de proyectos que hemos llamado SGEstimator.
Esto es sólo el comienzo ya que hay muchas otras recomendaciones. Si quieres saber cómo distribuir tus gastos y tus ingresos te lo contamos en una próxima entrega del blog.
