Las neuronas espejo

En la década de los 90, durante un experimento con macacos que trataba de descubrir cómo se organizan los comportamientos motores en el cerebro Giacomo Rizzolatti observó, casi por accidente, que la región del cerebro que se activaba en los monos al coger un objeto -la zona premotricial, también se activaba cuando veían a otros monos hacer lo mismo.

Es decir, el simple hecho de ver a otro individuo realizar un gesto había provocado una imitación mental del mismo. Habían descubierto las Neuronas Espejo.

Esto explica porqué tensamos los músculos viendo un partido de fútbol, porqué lloramos al ver una pélicula donde su protagonista llora, o porque nos entusiasmamos cuando Clint Eastwood acaba con los malos: Porque de alguna manera, nuestros cerebros reaccionan como si fuéramos nosotros los que estamos llevando a cabo estas actividades.

También son las neuronas espejo las que explican que bostecemos cuando vemos a alguien hacerlo, que sonriamos cuando nos sonríen, o que hagamos un gesto de dolor cuando vemos a alguien hacerse daño. Y este acto de imitación es el que hace que muchas veces cambiemos de opinión ante ciertos productos: Seguramente muchos de nosotros pasamos de qué feos son esos zapatos a tengo que comprarme unos cuando los comenzamos a verlos asiduamente por la calle.

En el siguiente vídeo el neurólgo Vilayanur Ramachandran nos explica un poco más en qué consisten las neuronas espejo:

Y por eso las marcas se esfuerzan en mostrarnos a otras personas disfrutando de utilizar sus productos, en un intento de que inconscientemente nos veamos a nosotros mismos disfrutando también con sus productos. Al fin y al cabo, se trata de que asociemos las marcas a emociones positivas que nos hagan sentir bien y que nos lleve a identifiquemos con ellas.