La importancia de construir un buen ecosistema digital en torno a tu marca

Llegado el momento de definir una identidad digital, una marca tiene muchísimas posibilidades. En un medio tan cambiante como Internet las herramientas son prácticamente infinitas.

Imagina cada acción en Internet como una pequeña ventana o pantalla. Por un lado tienes la Web con sus múltiples opciones: página web corporativa, sites temáticos, microsites, etc, etc. Pero también tienes que trabajar las opciones SEM y SEO, lo que nos lleva a la posibilidad de desarrollar un blog o incluso una red de blogs. Otra pantalla son las redes sociales donde pueden convivir muchísimas estrategias y acciones. La presencia en nuevos dispositivos móviles es muy importante sin olvidar las acciones en espacios digitales de terceros. Un universo complejo y cambiante. ¿Cuál es la clave para gestionarlo? Convertir estas “pantallas independientes” en un ecosistema digital.

¿Qué es un ecosistema digital?

Empecemos por definir el concepto. Un ecosistema digital debería ser el entorno digital de una marca, organización o persona, integrado bajo una estrategia común y trabajando de manera sincronizada para conseguir un objetivo propio. Lo llamamos ecosistema utilizando una metáfora con el mundo natural. Un ecosistema ecológico está vivo, es equilibrado y funciona de manera sincronizada. Así debería funcionar también un ecosistema digital: cada parte del sistema es fundamental para el funcionamiento total y eficiente.

Como ya hemos comentado, la base sobre la que se fundamenta un ecosistema digital es la estrategia para conseguir un objetivo común. Básicamente es explotar a fondo todas las opciones de comunicación que te da internet para conseguir tu objetivo.

Para ello hay que definir claramente este objetivo. Originalmente el concepto de ecosistema digital nació para potenciar las páginas web, que eran el centro de todos los sistemas. Así que el objetivo más básico, pero no por ello menos importante, es la generación de visitas a una página web. Pero también podemos trabajar otros objetivos tanto de negocio como reputacionales: por ejemplo puedes poner a trabajar todo tu ecosistema digital para generar ventas o conseguir fidelización de tus usuarios. También puedes enfocar tu objetivo a mejorar tu reputación online o trabajar la asociación de tu marca con ciertos valores.

Por supuesto hablamos de un objetivo pero el verdadero potencial de un ecosistema digital integrado y funcionado a pleno rendimiento es conseguir alcanzar varios objetivos. Así, por ejemplo, podemos conseguir vincular la comercialización de productos, con la mejora de la imagen marca corporativa y la marca de productos, el desarrollo de un servicio de atención al cliente eficiente y la generación de comunidades activas de usuarios que compartan nuestros contenidos (y que esto repercuta en ventas volviendo a empezar el ciclo).

¿Qué ventajas tiene?

Aunque parezca una tarea muy compleja, los beneficios de un ecosistema digital equilibrado son muchos. Aunque cada organización puede beneficiarse de maneras muy distintas, podemos hacer una generalización de los beneficios para cualquier marca.

• Generar una imagen de marca propia en Internet y una voz propia
• Posicionar la imagen de la empresa en Internet
• Optimizar los canales de contacto con los clientes
• Aumentar las ventas
• Mejorar la Reputación Online
• Generar contenido de valor para los usuarios