Bien vestido, bien pareces
¡Bien vestido, bien pareces! Eso me decía mi madre siempre mientras me atusaba el pelo aceleradamente antes de salir camino del colegio, en la hora límite como de costumbre.
En la hora límite, como de costumbre, suelen entregarse demasiados proyectos y concursos, a veces sacrificando o pasando por alto detalles que pueden distinguir a nuestra propuesta del resto. Todo a un sobre o a una ppt, y unas cuantas valiosas horas de nuestro trabajo entregadas a su suerte.
En la actualidad existen multitud de recursos que nos pueden ahorrar muchísimo tiempo y nos facilitan dar un lavado de cara a nuestras gráficas, y por qué no decirlo, a conquistar el duro y cruel ojo de nuestro cliente.
Para muestra un botón:
Has diseñado una marca, una más, no te sientes especialmente orgulloso de ella pero la tienes que presentar.
«Aquí te va, te adjunto mi primer boceto para tu nueva imagen»:
De esa primera impresión dependen gran parte de las posibilidades que tiene tu trabajo de salir adelante, ¿por qué no dar un paso más?
Con pequeños esfuerzos como éste, el cliente pasa de ver una marca en el aire, a imaginarla en la vida real, en aplicaciones de rutina de las que va a estar rodeado los próximos años. Puede significar una predisposición más amable por su parte hacia tu trabajo, la apuesta merece la pena.
Puedes descargar este mock up aquí.
Nada de esto garantiza el éxito de tu trabajo, pero sin duda, yo presentaría la segunda imagen 🙂
Tus diseños bien vestidos, bien parecen.
Lo que no sepa mi madre…
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