Si habéis estado atentos a nuestros canales, habéis podido comprobar cómo durante este mes de noviembre ha tenido lugar una nueva edición, y ya van cinco, de la Solid GEAR Academy. Para aquellos que todavía no estéis familiarizados con ella, esta iniciativa pretende acercar a estudiantes de grados universitarios y ciclos formativos al mundo laboral. De esta manera, pueden conocer de primera mano cómo se trabaja una empresa real. El taller ha estado centrado en el uso de metodologías ágiles. Los alumnos han podido comprender los beneficios que este método de trabajo nos aporta a la hora de abordar los diferentes retos que surgen durante el desarrollo de un producto.
Esta actividad ha estado dividida en cuatro sesiones en las que hemos realizado un sprint de trabajo siguiendo metodología SCRUM. Como todos estos conceptos pueden ser nuevos para alguno de los participantes, antes de lanzarnos al sprint, hemos repasado las verdaderas razones por la que nos gusta ser ágiles. La ejecución de un proyecto no es posible sin que se haya definido correctamente qué queremos conseguir. Por ello, también se han realizado algunas actividades centradas en el diseño del producto.
Para completar la visión que queríamos proporcionar a los asistentes, un compañero de Solid GEAR ha explicado sus primeras experiencias laborales. Así, se comprende mejor el salto que hay entre el mundo educativo y el laboral. Para terminar esta primera jornada, hubo una charla de iniciación a Git, ya que ésta sería una de las tecnologías que empleamos el resto de días.
El resto de las jornadas fueron el sprint propiamente dicho. Comenzamos con el grooming en el que trabajamos con el backlog del producto. Pudimos repasar cómo todos somos responsables de repasar cada historia de usuario y escribirla de forma adecuada. Vimos la importancia de no centrarnos en los detalles de implementación, sino en las necesidades que habían originado esa historia. Como si de un proyecto real se tratase, usamos herramientas que nos ayuden en el proyecto. En este caso Taiga fue la elegida. Una vez teníamos el backlog listo, votamos la dificultad de las historias y el product owner las ordenó por prioridad.
Y con ello ya pudimos iniciar los sprints. En el planning, los participantes agrupados en tres equipos crearon sus sprints tomando historias que había en el backlog y comprometiéndose a su finalización antes de la fecha límite. En el sprint cada uno de los grupos se autogestionó trabajando en equipo en cada una de las funcionalidades en la aplicación Android que usamos como producto central. Las posteriores reuniones diarias servirían para llevar un seguimiento del avance del proyecto y poder detectar algún problema que surgiera.
Pues bien, tras varios días de trabajo llegó el tiempo de la demostración del trabajo realizado. Pudimos comprobar la necesidad de vender correctamente nuestro trabajo. Es importante tanto lo que contamos como la manera de contarlo. Siempre tenemos que pensar a quién va dirigido nuestro mensaje y evitar tecnicismos innecesarios.
Por último, llegó el tiempo de la retrospectiva en la que echamos la vista atrás para encontrar oportunidades de mejora. Durante el taller han surgido problemas, y hemos podido comprobar cómo a veces adoptar una metodología nueva no es fácil. Los comienzos siempre son duros, pero en eso consiste la agilidad en iterar poco a poco y mejorar constantemente.
Todo este taller no sólo proporciona a los estudiantes una visión realista de cómo trabajamos, sino que también sirve de nexo de unión entre el mundo educativo y Solid GEAR. Y es que algunos de nuestros compañeros en Solid GEAR fueron alumnos de esta actividad en ediciones anteriores.
Así que si estás interesado en la Solid GEAR Academy, no lo dudes y apúntate a la próxima edición el año que viene.
