Esto es, probablemente, lo que habrás pensado si has oído alguna vez esta palabra. La otra opción, mucho más factible, es que te hayas preguntado por qué te persiguen una y otra vez, visites la web que visites, esas zapatillas de correr que estás pensando en comprar. Esa es, querido lector, la magia del retargeting.
“Y volver, volver, voooooolver (…) llegaré hasta donde estés (…) quiero volver, volver, volver”
La archiconocida ranchera de Vicente Fernández resuena constantemente en mi cabeza cuando hablo de retargeting. Toda una declaración de amor de ese producto que un día visitaste para no comprar, de ese carrito que abandonaste sin mirar atrás, de ese blog al que nunca le juraste fidelidad. Quieren volver, volver, volver. Volver a tu vida, recordarte que están ahí, que siguen disponibles, deseando conquistarte para que, por fin, pulses el botón de la compra (o el de la suscripción, o el de cualquier otra acción que se traduzca en una conversión).
Todo se ve de manera diferente con música, el retargeting también.
Rancheras aparte, vamos a adentrarnos más en la materia. ¿Qué es exactamente el retargeting? Es un formato de publicidad que permite a las marcas volver a hacerse visibles para todos aquellos usuarios que hayan visitado su web previamente. Esto es posible gracias a las cookies que se instalan en sus navegadores al visitarla. Es muy sencillo:
- Un usuario visita tu web
- Un pixel deja una cookie en su navegador
- Cuando ese usuario navega por otras webs, tú podrás mostrar tus anuncios a través de plataformas de retargeting como Facebook o Google.
Como anunciante, podrás hacer llegar a tu audiencia un mensaje mucho más personalizado, basado en su comportamiento anterior. Es una manera de recuperar a usuarios que ya han mostrado un interés en tus productos o servicios, pero a los que aún no has logrado convencer.
El retargeting puede convertirse en un gran aliado para guiar a tus clientes por el camino de la conversión. Sí, es una técnica igualmente válida (y eficiente) en cualquiera de las fases del embudo de ventas, desde el conocimiento de la marca (brand awareness) hasta la fidelización, pasando por la consideración y la conversión.
Piénsalo, aquellos que se encuentran en la primera fase del embudo (Brand awareness) no van a comprarte a la primera. Son usuarios que tienen un problema/necesidad y están buscando la manera de solucionarlo/cubrirla. En esta etapa, van a dedicarse a abrir un montón de webs y conocer todas las marcas existentes que puedan satisfacer su necesidad, para después empezar a valorar las opciones. El retargeting te da la oportunidad de estar muy presente en la mente del consumidor. Sabes que en ese momento no va a realizar la compra, pero cuando llegue el momento, te tendrá en cuenta.
La fase de consideración también puede verse favorecida por las influencias del retargeting, especialmente en ciclos de compra largos. Pero es en la fase de conversión en la que el retargeting despliega todo su poderío poniendo a los pies de las marcas porcentajes de ROI nada desdeñables (200%-300%). Uno de los casos más habituales de retargeting en esta fase es el de recuperación de carritos abandonados.
Una vez que ya te han comprado, es el momento de fidelizarlos. El retargeting te puede ayudar a mostrar productos complementarios, induciendo así que vuelvan a tu web una y otra vez.
El retargeting, como cualquier otra acción de marketing, tiene que responder a una estrategia meditada en la que lo más importante es definir qué mostrar y sobre todo, a quién. A través de las plataformas de retargeting puedes generar listas segmentadas en función del comportamiento que hayan tenido en tu web.
Seguramente te interese volver a mostrarte frente a aquellos que llegaron hasta el carrito de compra pero que no terminaron la acción. Probablemente quieras lanzar un recordatorio a los que hace más de un mes que no te visitan, o a los que visitan con frecuencia las publicaciones de tu blog pero no acaban de suscribirse.
Pero, ¿invertirías dinero en los que no han estado más de 10 segundos en tu web? No. Claramente, no están interesados en lo que vendes. ¿Y en tus ya clientes? Por supuesto que sí. Es una gran manera de fidelizarlos o de recordarles tu marca a aquellos que hace algún tiempo que no te compran. Además, el CPC (coste por clic) será más bajo y el esfuerzo de convencerles, menor.
¿Es el retargeting la panacea de tu estrategia digital? No. El retargeting es una excelente herramienta de conversión sobre aquellos usuarios que ya te conocen, pero para aumentar el conocimiento de tu marca o incrementar el número de visitas a tu web tendrás que implementar otras acciones que, junto con el retargeting, formarán el engranaje perfecto para impulsar tu marca en el entorno digital.
Si quieres llegar a más clientes, mejorar la reputación de tu marca y aumentar su visibilidad, escríbenos y te ayudaremos a definir la estrategia digital que necesitas.