El desarrollo de software es un proceso complejo y un arte en sí mismo que depende, en gran medida, de las habilidades del programador: de su experiencia, su implicación y su nivel de cuidado en los detalles. Conseguir que todo un equipo de desarrolladores generen código de calidad y de valor para el cliente requiere de al menos dos condiciones:

1. Prácticas comunes que garanticen el funcionamiento correcto del código (calidad) y
2. Un feedback constante y continuo en el que cliente pueda verificar que lo se está  desarrollando es lo que realmente se espera (valor).

Seguir buenas prácticas para el desarrollo de software es la clave para conseguir estos requisitos y si además, el proceso se lleva a cabo bajo una metodología ágil, el uso de prácticas como: TDD, Integración continua o despliegue continuo, es casi obligatorio. No perdamos de vista nuestro primer principio agile:

Como en anteriores entregas, el mazo de tecnología es solo el comienzo de una serie de fichas en las que resumimos la esencia de algunas de las últimas y mejores prácticas para el desarrollo de software con calidad y valor para nuestros clientes.

Revisa los mazos que ya tenemos publicados para que puedas construir tu adaptación de baraja mezclándolos.

NOTA: Si quieres imprimirlas, te recomendamos hacerlo en tamaño A5 con el acabado Estucado Mate de 300 gr.

Si quieres conocer más en detalle estas prácticas y aprender a diferenciarlos, te recomendamos nuestro curso de Testing y DevOps.