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Design Smells, los malos olores motivados por la oxidación del código
La oxidación del software y los malos olores en el diseño son los ejes principales de la charla que ofreció Alejandro Pérez, uno de los tres socios fundadores de Autentia. El código fuente define cómo se tiene que construir un sistema, por lo que es en esa parte del proceso en la que se ha de prestar una atención especial a la hora de que el diseño resulte apropiado.
¿Por qué se habla de «olor»? Sencillamente, porque cuando algo se pudre, huele. Por este motivo se hablan de varios olores tal y como estipula Robert C. Martin. El primero de ellos es la rigidez, cuando cuesta mucho realizar un cambio, el siguiente sería la fragilidad, un cambio en una parte del sistema que haga que se rompa otra. Los últimos olores que se citan son la inmovilidad, la viscosidad,la complejidad innecesaria y la opacidad.
Para luchar contra los olores Alejandro propone los principios S.O.L.I.D. como patrón a seguir a la hora de construir un código acorde al Agilismo. Aprovechando que este tema salió a relucir al final de la ponencia que Alejandro García ofreció, la próxima semana tendrán lugar sesiones independientes en las que se explicará en qué consiste cada una de las letras que conforman S.O.L.I.D. y por qué son importantes.
Os dejamos una pista, un artículo que el propio Alejandro escribió hace tres años sobre este tema y que incluye la regla del Boy Scout.