La transición del teletrabajo tras la Covid-19

El pasado 15 de marzo nos cambió la vida a todos: de un día para otro nos encontrábamos confinados en nuestras casas. Por suerte, en nuestro caso pertenecemos a un sector tan versátil que nos permite adaptar nuestras tareas habituales a muchos entornos de trabajo, entre los cuales nuestros hogares. Pudimos seguir desarrollando nuestro papel en 3ASIDE gracias a las conexiones VPN, los ordenadores personales o los que provee la propia empresa, que algún compañero se llevó a su lugar habitual de residencia.

De un día para otro tuvimos que adaptar nuestros procesos habituales al teletrabajo —peticiones del cliente, comentar incidencias con un compañero o un superior, estudiar y desarrollar soluciones para el proyecto, entre otros—, y aparecieron nuevas formas de comunicarse, como las videollamadas, que pasaron a ocupar una parte muy importante del
tiempo. No se nos escapa que éstas son necesarias y demuestran que el trabajo desde casa es efectivo, dinámico y, en definitiva, viable.

Podríamos debatir si se ha perdido cierto grado de tiempo y velocidad en la respuesta, pero tampoco creo que eso implique directamente una pérdida de la profesionalidad que se espera de nosotros. Lo que sí podemos afirmar es que faltan muchas dimensiones de esta modalidad laboral por desarrollar por el mero hecho que es una situación nueva para todos.

¿Cómo se ha adaptado a esta situación el equipo en el que trabajo? Supongo que como todos los demás: tirando de Google —os aseguro que no cobro comisión por ello—. Nuestras conversaciones de trabajo han pasado a ser mediante el chat de Google, el cual ha recibido una actualización recientemente y ahora se llama @Chat. Las reuniones para revisar los objetivos a nivel de proyecto que solíamos hacer en un despacho de la tercera planta, ahora se hacen en las salas virtuales.
Lo que sin duda ha facilitado la gestión de las videollamadas es la posibilidad de crear grupos con los compañeros de equipo para poder contactar más cómodamente.

También hemos utilizado Google Duo, que permite realizar llamadas desde un dispositivo móvil a otro o incluso a un ordenador a través de un número de teléfono o cuenta Gmail, sin gastar nada más que nuestros propios datos ya sea móvil o fibra. A nivel personal es una herramienta que uso para comunicarme con mis familiares y amigos.

Me gusta tomar a Google como referente del sector al cual todos podemos aspirar. Me pareció interesante que en abril ya notificaran a sus empleados que seguirían con el teletrabajo hasta, cuanto menos, 2021. Todos los indicadores apuntan a que esta situación se alargará más de lo que quisiéramos y supongo que lo único que nos queda es centrarnos en el ahora.

De la misma forma que antes estábamos a una mesa de distancia, ahora estamos a un clic, una llamada o un correo electrónico.

La pregunta es automática: ¿nos estamos alejando de la empresa o nos hemos acercado más a ella? Esta excepcionalidad nos ha obligado a hacer cien pasos hacia adelante en el concepto que tenemos sobre las organizaciones: quizás la empresa no es únicamente el edificio al que vamos a trabajar, sino que nos la podemos llevar con nosotros allá donde vayamos.

Estoy segura que este cambio de paradigma marcará el futuro laboral a escala internacional.

Gema López Gaviña